El equipo de Club 34 Barbería en Concepción destaca por su pasión y enfoque auténtico en el arte del corte y la barbería. Con talentos diversos, Nico aporta especialización en color y estilismo, fusionando tintura y barbería. Max, ex-miembro de la Armada, añade disciplina y un servicio dedicado al estilismo masculino. Claudio, fundador y referente en la ciudad, ha creado un espacio de relajación y renovación para los clientes. Juntos, ofrecen una experiencia integral en barbería, combinando técnica y creatividad para realzar el estilo personal de cada cliente.
La vida a veces nos lleva por caminos inesperados, ¿verdad? En mi caso, después de estudiar una ingeniería, me di cuenta de que lo que realmente me hacía feliz era algo completamente distinto a lo que había elegido en un inicio. Me llamaba algo que siempre había llevado dentro, algo natural y gratificante para mí. Así que tomé una decisión que cambió todo: dejar de lado lo que la sociedad esperaba y seguir mi verdadera pasión.
Decidí estudiar estilismo en la Academia Pichara. Fue un espacio de crecimiento donde no solo aprendí sobre cortes y técnicas, sino que también descubrí mi verdadera afinidad por el área de color. Me sumergí en el mundo de las tinturas, las técnicas de decoloración y las tendencias, y descubrí que el color tenía una manera única de transformar la imagen y la confianza de las personas. Después de graduarme, trabajé en un salón y perfeccioné mi técnica en color, cada día profundizando más en cómo aportar algo nuevo y personalizado a cada cliente.
Sin embargo, algo seguía resonando en mi mente. Siempre me atrajo la idea de llevar el arte del color a un ambiente diferente, a un espacio que combinara técnica, creatividad y autenticidad en un solo lugar. Y así, el camino me llevó a Club 34, donde finalmente pude unir mis dos pasiones: la barbería y el color.
Aquí en el Club, he encontrado un equipo y un ambiente que valora la innovación, y eso me ha permitido explorar un estilo único. Ahora, puedo mezclar mi conocimiento en barbería con el color, creando algo que, aunque sutil, realza cada corte y estilo. Ya no es solo un trabajo; es mi manera de expresarme y de dar a cada persona que se sienta en mi silla algo especial.
Pasé seis años en la Armada de Chile, una experiencia que me enseñó disciplina, compromiso y resiliencia. Sin embargo, con el tiempo sentí que necesitaba algo más. Quería un trabajo que me permitiera tener libertad, especialmente en lo que respecta al tiempo de calidad que podía compartir con mi familia y amigos. Esa necesidad de equilibrio fue lo que me impulsó a dar el paso y buscar una alternativa, algo que me llenara tanto en lo profesional como en lo personal.
En esa búsqueda, descubrí la barbería. No pasó mucho tiempo antes de que me enamorara de esta profesión, porque no solo era un oficio, sino un arte que me permitía conectar con las personas de una forma única. La barbería se convirtió en algo más que un trabajo; era un sustento y, al mismo tiempo, una pasión en la que podía crecer cada día.
Con los años, me fui especializando en estilismo masculino, buscando siempre aprender algo nuevo y mejorar mi técnica. Compartí conocimientos y cursos con Claudio, quien se ha convertido en un gran referente y compañero de aprendizaje.
Trabajar a su lado ha sido una fuente constante de inspiración.
Hoy en día, puedo decir que me siento muy a gusto siendo parte de Club 34 Barbería, un espacio en Concepción donde no solo hago lo que amo, sino que también comparto vitrina con colegas que comparten esa misma pasión y entrega. Aquí, cada día es una oportunidad para crecer, para mejorar, y para seguir disfrutando de la libertad y la satisfacción que me trajo este oficio.
En 2016, terminé la carrera de pedagogía en inglés, aunque siempre sentí que algo faltaba. No me llenaba del todo, y había una parte de mí que ansiaba encontrar un lugar en el que pudiera desenvolverme de manera más natural, un espacio donde pudiera ser yo mismo y que, al mismo tiempo, me permitiera vivir de ello. Gracias al apoyo incondicional de mi familia, tomé el valor de dar un giro y entrar al mundo de la barbería.
Al principio, no fue fácil encontrar el lugar adecuado, pero tuve la suerte de unirme a una de las peluquerías más reconocidas de Concepción: Alfredo Peluquería. Allí pude consolidar mi carrera, no solo en términos técnicos, sino también en la visión conceptual y el estilo que quería desarrollar. Fue una etapa de crecimiento y de descubrimiento, donde aprendí a ver la barbería no solo como un oficio, sino como una forma de conectar y transformar.
Con el tiempo, y tras los cambios que trajo la pandemia, me di cuenta de que estaba listo para dar el siguiente paso. Sentí la necesidad de emanciparme, de crear un espacio propio donde pudiera plasmar mi enfoque y mi manera de trabajar. Así nació Club 34 Barbería, con la idea de ser más que una barbería; un lugar donde pudiera ofrecer algo auténtico y distinto en Concepción.
A lo largo de los años, hemos logrado consolidarnos como “El Club” de Concepción, un espacio donde hombres y mujeres (aunque en su mayoría hombres) pueden disfrutar de un momento de relajación, mejorar su imagen y encontrar un ambiente de bienestar. Hoy, Club 34 es más que un lugar de trabajo; es el reflejo de años de esfuerzo, aprendizaje y una pasión que se ha convertido en estilo de vida.